viernes, 3 de junio de 2011

La crisis nerviosa de 15 minutos.


Buenas noches personas lectores de este blog. Hoy les vengo a contar una historia que me acaba de pasar recientemente. Y que además de cagarse de risa de mi crisis nerviosa, pueden aprender algo importante si les ocurre algo parecido ¿Si? Esos son los beneficios de leer mi blog.

Estaba sola en mi casa, en la computadora en paz. Mis viejos habían ido a comer con mi tía que vino hoy de viaje. De pronto, el ruido ensordecedor del teléfono interrumpe mi vicio... voy a atender.

Eran de la coronaria, me avisaban un accidente de tres personas. Me preguntaron el nombre y qué relación tenía con Daniel Martinez (Habían encontrado el documento y se comunicaron). Yo dije que me llamaba Nicole y que era su hija, no sé porque los pelotudos entendieron Micaela, pero por las dudas no los corregí. Después me preguntaron si había algún mayor en la casa con quién hablar; por las dudas les dije que estaba mi vieja arriba. Como vieron que jamás les iba a pasar con mi vieja, empezaron a hablar conmigo. Me dijeron que había habido un tiroteo, los asaltantes se llevaron el auto y tres personas estaban heridas. Y Daniel Martinez tenía una herida de bala.

PAUSA.
Mis viejos junto a mi tía, habían ido a comer justo en ese momento, casualmente en un auto.
Daniel Martinez, es mi viejo.

Sigo.
Bueno, en este momento deben imaginar mi estado de desesperación porque entre que no sabía su creerles o qué. Así que usé mi sentido de "cagar a estafadores" y les pregunté dónde había sido el supuesto accidente, pero no supieron decirme. Me preguntaron de qué color era el auto. No les quería decir la verdad, dije bordó. Después me dijeron que hablara con el Señor Cabrero, Cerbero, no sé como verga se llamaba y que él iba a avisarme en qué hospital lo trasladaban y preguntar sobre la obra social. Me pasó el celular (Es mas, lo tengo agendado) y me dijo que llamara. Les dije que no tenía crédito, así que me dijeron que marque el #911 para hablar con el hombre ese. Él me preguntó si tenía obra social, le dije que si. Después me dijo que estaba fuera de peligro y que me quedara más o menos tranquila, e hizo una pausa.
Después cambió el tono me voz y dijo:

- Eh, mirá esto es así. Pongamos los pies sobre la tierra de una vez. Somos un grupo de ex policías y nos dedicamos a secuestros. Tenemos a tu viejo acá y si no hacés lo que te decimos le ponemos un tiro, de una.
- "AAAAAAAAAAAAH, BUENO" - y corté el teléfono.

Ahí, me di cunta que era todo una vuelta para cagarme.
Pero eso de la coronaria jamás lo había escuchado, siempre escuché de la prisión, o de llamada a cargo.

Corté con ellos, llamé a mi vieja. El cel lo había olvidado acá.
Llamé a mi viejo y me atiende lo más bien. Mi sensación fuer hermosa, le dije "Hola, como estás ¿Ya vienen? Ah bueno, adiós".

Cuando vinieron, se los conté casi cagándome de risa.
Si supieran como me puse en el momento que el forro que me produjo la crisis, no se reirían.

PD: Tengan cuidado con esas mierdas loco. Jamás crean y mucho menos digan datos personales. Ya saben que si llaman de la coronaria, acuérdense de mi y no les den bola. En serio, la crisis nerviosa que viví en ese momento, no me la olvido  más. No saben las cosas horribles que pasaron por mi cabeza, mientras una voz de fondo decía casi constantemente "no puede ser, no puede ser".