sábado, 25 de junio de 2011


Buenos días queridos lectores de este Blog casi sin sentido de existir. Quiero contar que me acabo de despertar en este sábado de paja eterna. Me desperté con la idea en la cabeza de que había soñado, y así fue después de tanto tiempo a mi cabeza se le cantó pensar por las noches.

Acá va:

No sé bien como empieza, para variar. Pero más o menos es que estábamos en un supermercado y mis papás estaban comprando toda la comida para la semana y de pronto veo que se aparecen con una bandeja con una iguana con ensalada y papas a la crema. Casualmente la iguana estaba viva. Y bueno, yo lo dejé pasar. Pero cuando llegamos a casa y llega la hora de comer agarro a mi amiga de sangre fría y me la llevo lejos para que no la coman. Porque ya estaba en la olla lista para calentar y comer (sí, viva y sin matar) cuando la veía en la olla pensaba que ya estaba muerta y que había llegado muy tarde, porque estaba totalmente quieta. Pero de pronto veo que empieza a respirar, se hacía la muerta la mentirosa.
Cuando vi que estaba viva aún me la llevo a mi cuarto y me pongo a cuidarla. Cierro la puerta, para que no se escape y me voy afuera.
Afuera: mi casa, no era como es mi casa ahora, sino que era gigante, toda de madera, con escaleras por todas partes y con ambientes mucho más grandes. Sigo caminando y veo a mis primos jugando. Raro. Y cuando salgo tenía un balcón hermoso, con toda una vista única (no me acuerdo a qué era la vista, pero me acuerdo que era linda) cuando vuelvo a entrar al super living, o... realmente era una super área de juego, porque había solo cajones, baúles y en medio una alfombra gigante y mis primos jodiendo ahí, bueno, cuando entro, veo cantidades terribles de juguetes y dos caballos de juguete tamaño real y les pregunto: ¿De dónde sacaron eso? - Estaban dentro de los baúles los armamos y así quedo. OK. Lo peor es que estaban esos dos tamaño real y uno... UNO DE VERDAD. Caminando lo más bien, y yo me quedo "WTF" y bajo las escaleras, después de la sorpresa, como si nada pasara.
Voy... camino hasta la cocina y agarro jamón y lechuga, para la iguana. Voy hasta mi cuarto y se lo doy lo más bien. A ella le encantó y lo comió lo más bien (no sé si las iguanas comen eso, pero ella sí lo comió)
Aparentemente ahí terminaría mi sueño.

Hacía tiempo que no soñaba cosas raras.
Pero parece que han regresado.

Nos vemos, gracias por leer.