jueves, 28 de julio de 2011


Ya regalé a la última gatita.
Me quedé sin gatitos, ahora extraño escuchar los maullidos de animalito pequeño. Me tengo que conformar con los maullidos de gatos grandes que se escuchan cuando tienen hambre, cuando se ponen en cariñosos, o cuando se pelean entre ellos.
Me siento bien en haber salvado tres vidas. Ahora están mordiendo las narices de otras personas.