martes, 9 de agosto de 2011

Estuve gran parte de mi vida, mirando cómo los tercero de polimodal festejaban en medio del patio su partida hacia el esperado Bariloche. Digamos que lo vi... desde que estoy en 1er Grado y siempre esperaba el momento de hacerlo yo. De romper todo, hace todo ese quilombo, de saltar enérgicamente, de que mi nivel de evolución descienda a niveles de un chimpancé en celo aproximadamente.
Esperé tanto que no me di cuenta que ese día llegó más rápido de lo que esperaba y no solo eso, sino que ese día fue hoy y ya terminó, estoy en casa con la cara pintada y sin poder creerlo.
Pasó todo lo que estaba pensado, y sí... como dije antes, mis niveles de evolución efectivamente descendieron a niveles subterráneos, de todos realmente, había una energía impresionante, no tienen idea con qué velocidad y con qué rapidez limpiamos el patio de todos los desastres, en serio. Fue impresionante, no lo habría creído si no lo hubiera visto con mis ojos y participado de ello.

En fin.
Todo lo esperado, pasó y ya está. En ocho días me voy a Bariloche, en diez estoy de regreso, en un par de meses termino el colegio, en otros meses más empiezo la facultad, en cuatro años termino, en meses tengo el trabajo, en un par de años cambio de casa, en un par de meses quedo embarazada, en nueve meses tengo un hijo y... y...y... ahí va la vida.

Quéviejaestoy.