lunes, 10 de octubre de 2011



Estaba viendo Narnia recién y que estaba el ratoncito espadachín y me acordé, cruelmente lo que pasó el Domingo.
No sé si alguien se acuerda que conté que era el colmo que en mi casa, habiendo cuatro gatos hubiera un ratón.
Bueno, debo retirar lo dicho, ya que el domingo mi gata mató a ese ratón. Fue cruel, no fue nada bonito. Porque lo dejó sufriendo mucho tiempo y la carita del ratón tratando de respirar era dura.
Lo peor, es que cuando lo mató seguía jugando con su cadáver, elevándolo por los cielos, como si fuera un juguete. Hasta que... lamentablemente lo partió literalmente por la mitad.

Pobrecito, lo agarré con una pala y le hice su merecido funeral.
Está enterrado en mi jardín. Ratoncito: Que descanses en paz.