viernes, 11 de noviembre de 2011


Hoy hice mi buena obra del día.
Iba caminando por el centro con mi querida madre y vemos a una perrita, toda negra parecía una bestiecita en miniatura. Y una señora estaba con un bebé con ganas de llevársela  pero no podía porque era de muy lejos. Entonces, como nos vio ahi con la perrita, nos pidio si la ayudábamos con la perra hasta la esquina para llamar un remis y llevársela, fuimos con ella. Salió el nene de la escuela, llegó el remis y la perrita obtuvo su hogar.
Esta vez no fui yo la loca de los animales, teóricamente fue de una forma indirecta, pero ahora hay un cachorro menos en las calles. Encima, era no linda, SINO HERMOSA. Parecía que iba a ser grande y tenía el pechito negro con una pata blanca. Si no fuera porque tengo una perra y gatos, me la traía, pero ya hablé con mi vieja. No quiero más animales. Amaría tener más, pero ¡Basta! sólo soy intermediaria.