miércoles, 15 de mayo de 2013


Buenas tardes, me llamo Nicole y hoy presento: "el día más frío de lo que va del año". No tiene nada que ver con lo que venía a comentar pero todos lo hacían, yo quería ser popular.

Hoy tuve que ir a la Universidad (No me tocaba cursar hoy, pero de todas formas tuve que ir: Nerd). Ya empezando de ese momento, mi día iba a ser agotador.
Terminé de rendir y tenía que pasar a comprar unas cosas cerca de Constitución. "Voy a tomarme el primer colectivo que me deje cerca de Constitución", dije. Pasó un 17 (Demasiado lleno) espero un poco más y pasa un forro 148 (Remontémonos a los comienzos del año. Siempre tuve un odio ilimitado al 148 porque siempre que espero mi colectivo pasan miles de 148 y todos vacíos. Odio a la gente que toma el 148 ya que siento que sus vidas son más cómodas que la mía; hijos de puta. Malditos 148 arruinaron mi espera).
Hoy tuve que dejar a un lado mi odio, tuve que olvidar el orgullo, y tomarme el divino 148. Pero tengo tanta mala suerte que me lo tomé y viajé parada todo el puto recorrido. Iba a esperar otro (Sólo por bronca a dicha línea) pero no tenía mucho tiempo.
 Lo mejor del viaje es que, como estaba lleno, viajé cerca del asiento del colectivero y éste venía hablando con un amigo y en una escucho que le dice "Mirá a la viejita como cruza la calle ¿Querés ver como la piso"? Y mueve un poco el colectivo, la vieja parecía que se le iba a salir el corazón. Más allá de que fue gracioso en el momento (Porque a la señora no le agarró un paro cardíaco) Nunca vi un colectivero tan forrito; se mandó varias más imperdonables después, como no abrirle la puerta a un señor por estar a unos metros después de la parada.

Bueno, no fue muy interesante este relato, sólo quería contar que vendí mi orgullo al subirme al 148.
Que encima no viajé sentada que es lo que envidio y que escuchaba lo que pasaba a mi alrededor porque no tenía batería.