martes, 2 de julio de 2013

Carta de Atención al Cliente


Sé que hay cosas que sí se pueden hacer, pero no se deben hacer. Siempre está el código profesional (No es mi caso); pero digamos que como los médicos no pueden decir qué tan grande era la verruga de la gorda, yo no puedo andar diciendo a la gente que odio y lo insoportable que son (Y SON)  a veces. Pero... como ya colmaron mi paciencia... hoy voy a hablar de dos personas que siempre vienen a mi local y realmente colman mi paciencia.
(Antes de empezar, quiero decir que hay muchas personas que colman mi paciencia, y siempre los tengo que mirar con cara de persona gentil. Pero no, quiero que sepan que no soy gentil por adentro).
De las personas que hablo son dos hermanas (creo) que siempre vienen a Justo y Necesario, preguntan por todos los precios, se prueban, les gusta como les queda, pero no lo compran. Todo bien, puede pasar; y de hecho me pasa que das mil vueltas, te enamoras de algo y después terminas no comprando nada porque sos pobre pero... ¡Un poco de orgullo! No vengas 34543543 veces a hacer lo mismo si NUNCA vas a llevar una mierda.
O sea, soy muy colgada con la gente, y muchas veces no me acuerdo. Pero a esas dos ya las tengo muy identificadas, así que cada vez que vienen (Lo cual es seguido) Sigo haciendo lo que estaba haciendo y las ignoro. El día que lleven algo, va a ser glorioso y no lo voy a poder creer. Pero a esta altura, sé que va a costar que suceda.
Chicas, si están leyendo esto: MEDIA PILA.


Atte: Personal de Atención al Cliente.