viernes, 23 de agosto de 2013



Tengo otro dilema económico más.
 En realidad tengo miles de dilemas económicos, pero sólo voy a hablar de algunos que son por los que estoy atravesando ahora. Me enamoré de un chaleco de cuero. Encontré el amor en un local sobre Viamonte, lo hacen a medida y con las cosas que yo quiera agregarle. Hubo una cosa más que me hizo perder la cabeza por ese chaleco, y es que... (Parece una pelotudes) pero aún sigo suspirando por él a causa de eso... la cosa especial que tiene es que es a prueba de fuego. Sí, así como leyeron: A prueba de fuego. Está tan reforzado con andá saber qué cosa que el vendedor pasó un encendedor sobre el cuero y NO SE QUEMÓ. Tendrían que haber visto mi cara, yo tampoco la vi pero la imaginé y fue horrible.
 Este chaleco, es hermoso, único, porque estaría hecho para mi cuerpo y... es a aprueba de fuego. Tiene un sólo detalle... el precio. Tampoco es un precio imposible para mí pero la verdad que mi lado judío se queja un poco. En fin, el dilema es que hay otro chaleco... que encontré en una página de Internet, es de eco-cuero es muy lindo también y que está más o menos un 80% más barato.
Siempre critico a las mujeres que son asquerosamente histéricas con la ropa. Juro no ser así. Pero el chaleco a prueba de fuego me voló la peluca, además sé que me va a durar siglo.
Estoy esperando a que sea mi cumpleaños para pedirlo como regalo. O si alguien me regala plata, poder comprarlo.
 Estarán enterados pronto. (Podría haberlo comprado, pero ayer me mandé dos cagadas financieras).
Me compré otra Living Dead Doll y una filmadora antigua. En esos momentos estaría bueno un corralito en mis arcas de oro. Cosa de no poder sacar la plata. Cavallo volvé, no te fajo más.

 PD: Cavallo no vuelvas nunca.
En serio.