martes, 15 de julio de 2014



Hoy estoy acá para comentar que murió nuestro querido gato colorado Pepe, después de más de 20 años de vida por fin pudo descansar en paz; esa bolita de pelos molesta con quien se podía entonar una conversación tranquilamente, aquel que no se aceptaba en la casa y que mi viejo lo corría siempre, logró con mimos y perseverancia que todos le tomáramos cariño y así ganarse un merecido lugar en nuestro hogar.
Esto sucedió hace unas semanas, no lo había escrito antes porque no encontraba el momento y esperaba que aparezca el indicado así podía inspirarme bien. Ese momento llegó hoy a la madrugada.
Pepe murió de viejito, claro está. Lamentable no lo pudimos enterrar como corresponde ya que falleció en un lugar escondido de mi techo y no puedo llegar con facilidad pero era obvio... su corazón seguía siendo de la calle, bien o mal creció ahí.
¿Cómo supe con seguridad que era el momento indicado? Ayer soñé con él, y mejor señal que esa no pude encontrar.
Fue bastante extraño porque por un momento parecía demasiado real. En mi sueño, mi casa tenía el techo más bajo y tenía una caída más pronunciada, entonces yo con sólo estirarme un poco podía ver lo que había sobre él; y ahí estaba Pepe, cuando lo veo con más detenimiento me doy cuenta que en realidad el cuerpo se movía y cuando menos lo espero él ya estaba de pie y maullando con ese sonido característico que tenía. No sólo estaba vivo e intacto, sino que hasta soñé la reacción de mi vieja diciéndome que no lo deje entrar a la casa porque había estado en descomposición y estaba sucio, por mi parte le insistía en que el cuerpo estaba en perfecto estado ¡Y en verdad lo estaba!
Me desperté algo rara, sentía algo así como felicidad, pero no pude decidirme... Siempre dijimos que Pepe era inmortal, ya que tenía más de 18 años y aún seguía como cualquier cachorro y eso a pesar de haber tenido más de la mitad de su vida en la calle con mala alimentación y maltratos, era increíble que haya durando tanto tiempo. De alguna forma, sentí como si él seguía siendo inmortal en mi corazón. Y así será, es imposible olvidar a un gato que te saludaba en las mañanas, o que se molestaba cuando prendías la luz y él estaba durmiendo.

Adiós colorado, te voy a extrañar por más que a veces me daban ganas de matarte.


viernes, 11 de julio de 2014


Después de meses de sufrimiento puedo dar el feliz comunicado de que terminé oficialmente mi cuatrimestre. Lamentablemente no tengo el honor de decir que las aprobé todas. De seis que me anoté, una quedó en el camino; lo que más me duele es que creo que si le hubiera puesto un poco más de esfuerzo, hubiera podido hacerlo. Pero bueno, ya está, será el cuatrimestre que viene.
Lo importante acá es que puedo dormir hasta tarde y por fin tengo las mañanas libres, por lo menos hasta nuevo aviso.
Bueno, soy como todos, a cada logro, una recompensa: Como se nota que la temperatura baja día a día, me dí cuenta que necesito abrigo, así que fui a comprar algún sweater. No sé como pasó, pero volví con tres, dos polleras, con los bolsillos llorando pero con una sonrisa en el rostro. (Aunque no del todo porque no compré el sweater de gatitos, sí, y aún sigo lamentándome por él).
Pero después de todo eso me di cuenta lo que realmente soy. ¡Soy la reina de las polleras de cuero! Compré otra más. Si bien son todas ligeramente similares, siempre les encuentro alguna diferencia y hacen que las ame. Que se yo, todos tenemos nuestra debilidad, la mía son claramente las polleras, que vienen de la mano con otra debilidad: los vestidos y las medias, claramente.
En fin. Puedo anunciar oficialmente el comienzo de mis vacaciones Universitarias, con abrigo y polleras nuevas. No me arrepiento de nada.
Ah, y también compré boludeces para arreglar y decorar ropa y calzado. Ya van a ver como van a quedar mis borcegos  y qué lindos moños voy a hacer. (Sí, cuando tengo tiempo libre me sale el Utilísima de adentro).

¡Casi me olvido! Les presento a mi nuevo Blog de Fotografía Analógica.