martes, 28 de abril de 2015

Hoy es el día en que todos nos preguntamos ¿Dónde está la depresión? Bueno, para no perder la costumbre acá les va un poco.
No quiero sonar anormal, o rara, o simplemente tóxica ¿Nunca les pasó que odian todo? O sea. De verdad, odio, de ese que hasta duele la garganta. Bueno, juro que yo no solía ser así, todo pasó desde que tuve pareja. Claramente no es culpa de mi pobre novio aunque según mi cerebro sí. O no. En realidad aún no entiendo bien esa parte.
No me parece normal estar llena de odio, de inseguridades, de envidia, de celos y de muchos otros pensamientos horribles. Si bien sé que no debería de ser así honestamente no conozco otra vida. Pero más allá de hablar que nunca fui una pre-adolescente feliz, siento que él es lo más delicado que hay en mí, todo me puede lastimar, pero nada quebrar; salvo él. (Si bien tengo mis técnicas, mis planes B).
¿Cómo puedo decir que me gusta el amor si vivo sufriendo con sólo ver que le gustó la foto de otra chica que es más linda, más flaca, más rubia y seguramente mejor que yo? Juro que intento mil veces controlarme, pero no puedo, es realmente más fuerte que yo. Y mientras más lucho para decir "Nicole, calmate, vos también tenes amigos y está todo bien, no es nada" más me duele el cuerpo y me quiebro. Ojalá fuera sólo eso, todo ese quilimbo mental viene ligado a otras cosas como auto-crítica extrema, envidia (Extrema también), y por alguna razón me enojo con todos menos con la botella de cerveza (Si bien no la tomo del todo feliz, porque engordo).
Hoy tuve una pequeña de esas crisis, hace mucho que no las tenía. Creo que hasta las extrañaba.

De todas formas. Tengo el origen de mis males.
Sé la respuesta a todas mis discordias y más.
Y si bien sé todo eso, no puedo cambiar.
¿Qué loco, no?