martes, 23 de junio de 2015

En este preciso momento tendía que estar estudiando Sonido, pero el cerebro ya me duele de tanto pensar y resumir, así que me vine acá por un poco de respiro. Quizás después vaya a Tumblr otro rato, y voy a tratar de no pisar Youtube porque de ahí no tengo retorno.
Me gusta comprar cosas que realmente no necesito, pero que me hacen feliz. Supongo que es algo bastante humano, a todos les pasa. Quizás en mi es un poco más intenso.
La cuestión es que me gusta mucho la fotografía analógica, en todas sus variables y los que me conocen sabrán lo mucho que me cuesta decirle que no a una camarita nueva.
Hace unos días atrás vi una cámara azul hermosa, estaba cara así que desistí en comprarla. Me consolé comprando una en Mercadolibre a 80% menos. La cuestión que cuando la voy a buscar, estaba prácticamente nueva, hermosa pero cuando la pruebo no andaba, así que no la compré (Mala suerte Parte 1).
No me dí por vencida tan fácilmente y fui a buscar mi segunda opción en dicho medio de compra-venta. Cuando entro a mis favoritos, me desayuno que ya la habían vendido. (Mala suerte Parte 2).
Me costó pero me dije a mi misma "Esto no es mala suerte, es el maldito destino que quiere que compre la cámara azul que vi desde un principio" Y como amo autoconvencerme, eso fue lo que hice, y me importó poco y nada el hecho de usar parte de mis últimos ahorros porque hora soy feliz con una bella 35mm azul, nueva, en caja y  0 KM. ¿Qué más puedo pedir?
Próximamente, enseñaré los resultados. Aunque para verlos tengan que pedirme que lleve el album de fotos, o venir a mi casa, porque me prometí no mezclar analogía con el mundo virtual. Esa es otra historia.