jueves, 13 de agosto de 2015

Sólo para que sepan, estoy escribiendo desde mi celular. Esto creo que es lo mejor que me pudo pasar en años, ahora no se me va a escapar ninguna, eh.
 Con semejante introducción creo que ya me olvidé de lo que iba a decir ¡Momento, no! Ya me acordé:
 Hoy vengo a hablar de algo que posiblemente nos pasa a muchos de nosotros y es mi tema favorito, el odio. Pero esta vez en una de sus variables que es: La envidia. 
Todos sentimos envidia alguna vez, desde la física, hasta la económica pasando por todos los tipos de envidia que puedan llegar a haber entre medio. Sin dejar de lado esa mal llamada "envidia sana" ¿Envidia sana? ¿Qué mierda es eso? No existe la envidia sana, si sentimos algo similar es envidia es efectivamente pura y venenosa envidia, lamento que lo sepan por mí, pero es así.
Tranquilos. No hay que ser dramáticos ni tan duros con nosotros mismos, tampoco en un sentimiento tan malo. (Mentira, sí lo es pero me encanta autoconvencerme). En fin, una de mis envidias favoritas es (Ah sí, acá es cuando empiezan a replantearse el tipo de persona tóxica que soy) bueno, como decía, mi envidia favorita es hacia la felicidad ajena. Sí, así de cruel como suena. Pero lamentablemente es verdad, es increíble que la gente pueda ser tan feliz Yo no sé como hacen.
¡Las parejas! Las parejas que están siempre juntos y que hacen todo juntos, que son súper dulces, que se van de vacaciones, tienen un emprendimiento propio, tienen menos de treinta años y viven solos, comparten pasiones y encima, como para rematarla: son hermosos. Esos tipo de personas son mi pie para retirarme del Universo, yo con esos humanos sobrenaturales no trato más, hacen que mi vida sea horrible o al menos que se vea como tal y más horrible de lo que realmente es.
 La envidia/odio hacia las personas felices aumenta considerablemente cuando dicha persona en cuestión nos cae un poquito mal. Sólo se necesita un poquito de intolerancia para que el odio se esparza por todo el cuerpo como la sarna. Por ejemplo, ese ser que te cae mal y encima está trabajando de lo que vos amarías hacer. (Acá es cuando no sólo nos vamos del Universo sino que también ponemos una bomba nuclear sólo por las dudas). Pero esa envidia, bronca y celos no tienen comparación, es algo a otro nivel que sólo se detiene superándose o...encontrando más personas con el mismo sentimiento, y para ser honesta, juntarse a odiar es algo bastante placentero. Pero ésta última viene de la mano de la injusticia general que tiene el Universo.
 Como cuando hay un robo o cualquier delito, tiroteo y los mal vivientes no mueren pero sí una víctima. Sí, son esas incoherencias que carecen de sentido alguno, pero bueno es envidia y odio en fin.
Estamos destinados a sentirlo, está en nosotros no vivir del odio. Y lo dice una personalidad que afirma que es su motor de vida. No sean como yo. No lo quiero ver gordos.

Con envidia (y amor), niñita