sábado, 20 de enero de 2018

Me acabo de dar cuenta que había escrito algo medianamente lindo hace un tiempo pero no le di bola o no sé por qué nunca lo publiqué. Lo haré pronto, por si a alguien le interesa ver mi transición.
En fin, hace un par de meses que empecé a ir a la psicóloga, algo que hace años tendría que haber hecho pero nunca hice por el simple hecho que jamás lo consideré que tenía o sentía algo "malo" de hecho asumí siempre que era algo particular de mi personalidad y que tenia que lidiar con eso toda mi vida, porque sí, porque así era. Ahora, a casi 10 años después me doy cuenta que odiarme, tener inseguridades con respecto a todo, no ser capaz de confiar en nadie, sentirme menos que los demás, y asumir que todos son una mierda no es algo normal, o al menos no es algo del todo sano. Así que me cansé de pasarla como el orto y decidí ir a la psicóloga.
 Desde la primer sesión me di cuenta que realmente necesitaba eso, necesitaba una opinión más, necesitaba alguien que me escuchara y diera un punto de vista más objetivo. Sirvió, me sirve, pero muchas veces siento que me ayuda a sanar o a superar algunas cuestiones, pero no a prevenir; no sé si me explico bien.
Mis inseguridades siguen estando, aún no las puedo controlar, aún no puedo manejar el dolor de estómago cuando veo o me cuentan algo que no me convence del todo, cuando veo a alguien que me hizo sentir mal en algún momento, aún no puedo dejar de compararme con personas que no tienen nada que ver conmigo y que lamentablemente asumo que son mejores que yo. Honestamente quiero cambiar estos pensamientos, quiero aprender a controlarme, a seguir los consejos de la psicóloga, porque la mayoría de las veces los pienso pero no los implemento, y a apagar esa voz de mierda de mi interior que me inunda de veneno todo el cuerpo.

¿Lo podré lograr? Espero. Sino no sé, me mato.