Como si no fueran suficientes las materias en las que me anoté este año en la Facultad, quise empeorar mi situación mental con el aprendizaje de otro idioma, Alemán.
Honestamente, no tenía excusas, ni razones por las cuales no hacerlo, sin trabajo tengo tiempo extra y por suerte tengo una familia que banca económicamente siempre y cuando para estudiar. El otro día les pedí plata, les dije que era para comprar un peluche de My Little Pony y mi vieja no sabía si reír o llorar. Pero bueno. Mis viejos me ayudan con este curso.
El Alemán es un idioma genial, me encanta pero la primera clase casi me causa un derrame cerebral, todavía tengo que hacerlo entender que no estoy en una clase de ingles, ni de español y eso es terrible. Tengo que configurar bien el nuevo microchip de "otro idioma" espero estar preparada para esto. La profesora mandó un mail diciendo que era normal así que me siento un poco mejor.
Aprendí un par de cosas, claro está (Tan retrasada no soy) Pero se me quedó una cosa que dijo la profesora y creo que la voy a usar muy seguido.
Keine Ahnung!
(Ni idea).
Espero que me vaya bien y poder ser eficiente en algo. Últimamente estoy un poco desmoralizada en varios aspectos de mi vida y creo que llegó el momento de hacer algo para cambiarlo.
domingo, 29 de marzo de 2015
sábado, 21 de marzo de 2015
Como sabrán, es común en mí encontrarme gatitos, cuidarlos y luego buscarles un hogar para esas criaturitas. Lily, una gatita blanca y negra, no fue un caso distinto, si bien su historia fue una de las más feas con las que traté.
En un principio me dijeron que fue rescatada de una verdulería en la cual la maltrataban, pero hace pocos días me enteré que es todo aún más cruel.
Resulta que mis vecinas de la esquina estaban yendo al colegio y ven que pasa un auto y tira una bolsa a la calle. La gente de la verdulería se acerca a ver qué es el sospechoso paquete y resulta que es Lily, ahí, asustada y con la naricita sangrando, a ellos nos les importó la vida del animal así que simplemente la sacaron de la verdulería y Lily quedó afuera asustada. Mis vecinas, al ver todo ese movimiento, agarran a Lily la cual era muy agresiva y se la fueron a dejar a su abuela, que es una fanática felina como yo.
La señora, es un amor con los animales pero al verla tan mal y tan pequeña me dijo a mi si podía ayudarla con la recuperación y a buscarle una casa porque ella ya tiene otros gatos y no podía quedársela. (Son 4 oficiales de ella, y le da de comer a medio barrio felino).
Obviamente fuimos a buscarla, el primer día no la encontramos, y eso que estaba a dentro de la casa, era imposible, pero eramos tres personas recorriendo la casa sin saber dónde podía llegar a estar; nos dimos por vencidas y a la noche viene mi vecina con Lily en brazos, diciendo que apareció recién a la noche.
Cuando la vi, estaba temblando, con la mitad de la cara golpeada (Por la caída, claro) y con un ojito cerrado de la infección; además de la desnutrición y la suciedad, claramente.
Nunca vi tanto miedo en un animal tan cachorro. No se dejaba tocar, y cuando lo hacíamos nos quería rasguñar. No le gustaba estar cerca de la gente, y cuando nos acercábamos ya sea para darle de comer o lo que sea, se le erizaba el pelo y nos quería atacar. No tuvo una muy buena impresión con los humanos y honestamente, no la culpo por eso.
Nos tomó una semana que ella confiara en nosotros, de a poco se animó a dormir cerca nuestro o a comer sin importarle si estábamos ahí. No fue fácil, en un momento pensé que nunca iba a tomar confianza, pero por suerte se dio cuenta que no todos somos una mierda en este mundo. Después de una semana y media Lily era otro animal, dormía la siesta conmigo y si me veía sentada en el sillón venía enseguida a jugar o a dormir sobre mis piernas. Era increíble el cambio, ya tenía la cara bien, sólo le faltaba crecer un poco de pelo cerca de la naricita y pero su ojito estaba como nuevo. Ya estaba lista para ir a una nueva casa que le hiciera olvidar de ese pasado horrible.
Por suerte, una chica de Barracas andaba buscando una gatita y Lily era perfecta para ellos. Cuando llegué estaba toda la familia esperando su llegada, la hija me contaba que le iba a mostrar la casa y que iba a jugar con ella y sus juguetes, volví contenta, Lily tenía familia.
Oficialmente, puedo decir que es otro gatito salvado en mi lista.
Espero el día de mañana nunca más hacerlo, que todos tengan la conciencia de castrar a sus mascotas y si no, hacerse cargo de las crías. Pero como sé que al mundo le falta mucho para llegar a eso, acá estoy yo para hacer un aporte. No voy a cambiar al mundo, pero sí el mundo del animal salvado.
[Por cierto ¿Saben por qué le puse Lily?] Si alguien vio Mama, la película, se acordará de las dos niñas. Una se llama Victoria, y la más chica y salvaje, Lily. ¡No miento, la pequeña monocromática era terrible cuando vino!]
[Por cierto ¿Saben por qué le puse Lily?] Si alguien vio Mama, la película, se acordará de las dos niñas. Una se llama Victoria, y la más chica y salvaje, Lily. ¡No miento, la pequeña monocromática era terrible cuando vino!]
domingo, 8 de marzo de 2015
Bueno, algún momento iban a pasar cosas geniales en mi vida y las iba a venir a contar acá. Pero como nada es totalmente positivo, primero voy a contar el bajonazo: Cuando volví de vacaciones me tuve que desayunar que mi local cerró y por ende me había quedado sin trabajo por tiempo casi indeterminado. Mi primera impresión fue de una inocente felicidad porque por fin iba a tener tiempo para hacer todas las cosas que no podía hacer mientras trabajaba. Todo veía bien hasta que me di cuenta que para hacer las cosas quiero necesito plata, porque en este mundo capitalista, de otra forma no se puede. Tenía tiempo, ganas, pero no plata. Siempre tan simpática la vida.
Bueno, pasaron las semanas y la situación se complicaba, quería irme de viaje, a recitales, comprar cerveza artesanal, peluches y diversas adicciones más.
Necesitaba un trabajo, claro estaba y no me quedó otra que hacer mi CV casi viral en todas las empresas, alguna iba a quererme ¿Necesitan cirujano con experiencia? Yo dejaba el CV, uno nunca sabe. Con mucho esfuerzo y dedicación, me saqué una foto, me oscurecí el pelo y borré el piercing; era hermosa, súper presentable era el plan perfecto, así todos me iban a amar. Pero ningún plan es perfecto, el viernes recibí un mail de una empresa que solicitaba una entrevista laboral porque les había interesado mi CV. Yo cuando leí eso casi me muero, pensé que nunca me iban a llamar y que todas esas páginas eran un gran mentira ¡Pero no! Les respondí con mucha emoción que iba a ir a la hora prevista y todo quedó arreglado para mi entrevista se lleve a cabo de la mejor manera. Pero como siempre, hay un problema.
Me fui a dormir, contenta y algo nerviosa, aún sabiendo que faltaban dos días, cuando de pronto me pongo a pensar... ¿Con qué cara me voy a presentar a esa entrevista? ¿Con el pelo violeta? ¿Con el piercing? Me van a echar antes de que me contraten después de verme. Pero bueno, tengo mis técnicas de persuasión o de aceptación, para cualquiera de las dos estoy preparada. De lo que sí estoy segura, es que si es un trabajo que realmente vale perder el color de mi pelo, voy a tener que teñirlo, con mucho dolor. (Pero ¡Dinero!) Y claramente que me aseguren el puesto.
En fin. Sacando el tema del pelo, estoy contenta y ojalá que pueda ser un buen acuerdo de trabajo, el que me permita seguir estudiando y que no me deje sin ganas de vivir.
¡Deséenme suerte!
Me fui a dormir, contenta y algo nerviosa, aún sabiendo que faltaban dos días, cuando de pronto me pongo a pensar... ¿Con qué cara me voy a presentar a esa entrevista? ¿Con el pelo violeta? ¿Con el piercing? Me van a echar antes de que me contraten después de verme. Pero bueno, tengo mis técnicas de persuasión o de aceptación, para cualquiera de las dos estoy preparada. De lo que sí estoy segura, es que si es un trabajo que realmente vale perder el color de mi pelo, voy a tener que teñirlo, con mucho dolor. (Pero ¡Dinero!) Y claramente que me aseguren el puesto.
En fin. Sacando el tema del pelo, estoy contenta y ojalá que pueda ser un buen acuerdo de trabajo, el que me permita seguir estudiando y que no me deje sin ganas de vivir.
¡Deséenme suerte!
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