martes, 17 de diciembre de 2019

Hola, volví, porque si hay algo que jamás voy a dejar de hacer es ventilar en este bello blog que muy pocas personas leen hoy en día. Sé que siempre pasa mucho tiempo entre post y post pero esta vez fuera de lo monotemático de siempre tengo mucho para contar ya que en mi cabecita están sucediendo COSAS. Eso, cosas.
En estos últimos meses se fueron llevando a cabo muchos cambios en mi vida, principalmente el hecho de que me estoy yendo a vivir a otro país con mi novio, , como leyeron. Aunque estoy inmensamente feliz con todo ese giro que estoy haciendo y que hace años tengo en mente no puedo evitar tener bocha de pensamientos medio del orto a veces. Soy consciente de que tiendo a ser un poco negativa, pero a mí me gusta decir que soy sólo precavida.
Soy de esas personas que frente un avance o una buena noticia automáticamente piensa también en las cosas que pueden salir mal o que pueden complicar la situación en general. Nunca me pareció algo tan descabellado, pero me estoy dando cuenta que el común denominador sólo se queda en la buena noticia y no ve más allá. Prefiero estar precavida, ese es mi dicho del mal, saber que pueden pasar esas cosas y que no me tomen de sorpresa, siempre tratando de que esos pensamientos no sobrepasen la buena noticia, al buen augurio en sí.
Otra cosa que creo que me juega en contra (Relacionado con lo anterior) es que organizo absolutamente todo, me gusta saber dónde se hace algún trámite en particular, me gusta saber de opiniones y recomendaciones de personas que ya hayan pasado por la misma situación, busco referencias, todo. El problema es que me altero mucho a veces cuando siento que no encuentro soluciones o si siento que estoy un poco a la deriva, no me gusta dejar temas importantes al azar o postergarlos hasta que estoy hasta las manos.
El problema es que a veces hay cambios en el camino que si bien me adapto y no entro en pánico sí tengo que admitir que me alteran bastante y termino poniéndome nerviosa, con dolor de estómago y esos males que me agarran cuando estoy mal. En fin, sacando todos esos pensamientos y sensaciones medio chotas que me agarran de vez en cuando respecto al viaje, la verdad es que estoy con una ansiedad divina y con muchas ganas de transitar todo lo que se me viene, voy a un país mágico y tener el apoyo de Juan es una de las cosas más lindas que me pudieron haber sucedido.

Para lxs que no sabían nada de esto, me voy el 28 de Febrero. Todo ese mes voy a estar libre sin trabajar así que tengo tiempo como para poder juntarme e irme despidiendo. Sé que suena un tanto dramático pero lxs espero a todos en el viejo Continente.

 Con bocha de amor, Nicole

martes, 29 de octubre de 2019


Sé que hace poco estaba muy tranquila y pacífica hablando de la felicidad y de que nadie es enteramente feliz, que estaba todo bien con ese hecho pero hoy más que nunca lo puedo probar (Y sufrir, claro está)
Para ponerlos en órbita hoy es Lunes 28/10 y en el día de ayer Argentina eligió nuevo presidente. (Spoiler Alert: Banco mucho el resultado). Se termina el Domingo turbulento lleno de drama y ansiedad y como no podía ser de otra manera llega el Lunes donde las ganas de morir invaden mi cuerpo sumado a las pocas horas de sueño (ínfimas) y la humedad de 80% que tranquilamente podrían ser 120% pero sacando eso el día laboral no iba a ser un asco. Esta vez el trabajo no era el problema principal, el ambiente post elecciones era alentador, o sea que tampoco podía culpar demasiado al país y mi tren llegó a horario, que no es poco. Entonces ¿Qué salió mal esta vez? ¿Qué me detonó? Creo que yo misma, y por sobre todas las cosas el exceso de discusiones las cuales no puedo controlar jamás y que de alguna manera muy masoquista termino hiriéndome a mi misma, culpándome de todos los males y como no termino ahí, porque nunca es demasiado self-hate me empecé a sentir mal conmigo misma en otros sentidos y en todos los sentidos que pueden existir, es increíble cómo el mal estar emocional me influye directamente en el bienestar corporal, enseguida me afecta directo al estómago y el dolor corporal PERO TAMBIÉN me siento horrible y no me dan ganas de hacer nada más que pasar por un espejo, verme y odiar/me aún más. Mi problema en general, en la vida misma es que una vez que algo sale mal o la estoy pasando mal es como si buscara cosas para hundirme más (Para aprovechar la depresión)
Pero cuando estoy mal, del orto, tengo la necesidad de expulsar todos mis males internos y no me importa demasiado si tengo que estar una semana pasándola mal, es hasta que no tengo más nada que destilar. Eso trae grandes efectos secundarios a mi y a mi entorno porque no muchos aguantan mi acidez verbal. En fin, si me ven, no me hablen. Gracias.

domingo, 20 de octubre de 2019

Bueno volví. Tengo muy buenas noticias que me llenan de felicidad y me dan ganas de seguir y realmente siento que tengo la motivación que tanto necesito. Nadie me la impone, soy sólo yo y Juan que por suerte es parte de esto.
 En mi vida y seguramente en la de todxs los que leen este bello y depresivo Blog, la felicidad no es absoluta, siempre hay algo del orto que nos impide estar plenamente “felices” (Aunque honestamente creo que esa felicidad absoluta no existe). Cada día me cuesta más levantarme y empezar mi día, es muchos lugares empecé a no sentirme cómoda y también siento que mi nivel de tolerancia es crítico, cada vez aguanto menos a la gente, y cualquier acto o palabra es suficiente para quebrarme en llanto o para contestar de la manera más ácida posible. Me está costando mucho equilibrarme y controlar las emociones y cómo las expreso. Tengo situaciones en las que no puedo controlar llorar y me voy al baño a decirme ¿REALMENTE ES NECESARIO LLORAR? NICOLE BASTA. ¿A caso puedo controlarlo? La respuesta les sorprenderá.
En fin, siento que el texto empezó hermoso y después derrapé ¿Pero no es acaso todo así? No crean que estoy bipolar, solamente tengo sensacions hermosas internas, estoy llena de motivación y amor pero mi entorno me enferma día a día. Entonces parezco medio bipo. Pero juro que no. Lo que sí necesito es un tutorial para no llorar por absolutamente todo. Si tienen sugerencias, me las mandan a crybaby4ever@blogger.com Gracias por leerme. Y si están pasando por un momento similar, sólo les digo: SAME

miércoles, 24 de julio de 2019

Hace tres semanas que desapareció Liz, mi gata. Hice todo lo que estaba en mis posibilidades para poder encontrarla, la busqué por donde podría estar y también donde me parecía imposible, pero no tuve suerte. Los días pasan y Liz sigue sin aparecer; no quiero perder las esperanzas pero estoy empezando a mentalizarme que quizás no la voy a ver nunca más y me duele horrores pensar eso, la realidad es que nunca me había desaparecido una mascota después de más de 10 años de tenerla conmigo.
 Por otro lado, les tengo que contar un poco de la historia de esta gata. Ella apareció en El Pato años atrás en el patio de unos amigos de mis padres, el dueño de la casa le comentó a mi papá que parecía ser cachorra y que intentaron agarrarla ellos pero tenían una gata muy hija de putx y no la aceptó y se vivían peleando. A mis viejos les dio lástima, pero ya teníamos tres gatos en casa.
 Un día fueron a comer a esa casa y la conocieron, vieron como era y se la trajeron (No fueron difíciles de convencer, ella es experta en eso). Nunca voy a olvidar el día que llegó a casa, volvía del colegio y entré corriendo a preguntarle a mi mamá donde estaba "ahí" me dice, estaba acostada en el sillón como si hubiese sido de ella desde siempre. Y esa actitud la mantuvo siempre. Yo quería un bebé y cuando la vi era claramente adulta, pero no me p
uedo quejar de ella, ella no era bebé pero... en su panza tenía cinco. Sí, estaba embarazada.
Contada la historia anterior me puse a pensar varias cosas, primero es que quizás a ella también la estaba buscando una familia y yo la traje hasta Quilmes sin posibilidades de que pueda volver a su casa quizás fuimos nosotros los que "nos robamos" a la gata, fuimos los que caímos en sus encantos pero bueno, pensar en que quizás está en una casa donde le están dando mucho amor es el mejor de los panoramas. Ella es viva, muy inteligente, sé que no se quedaría en un lugar donde no la está pasando bien pero bueno, la incertidumbre es terrible y es lo peor de todo esto.
A esta altura sólo espero que esté bien. Sana y lo que más deseo es que aparezca, me encararía estar volviendo a casa y de pronto cruzarmela o recibir un mensaje de mi vieja con la foto de ella en casa de nuevo.

lunes, 8 de julio de 2019

Anoche soñé que estaba en mi casa, en mi cuarto nada fuera de lo común; sólo que cuando veo por la ventana estaba mi querido Misho, gordo como en sus mejores épocas. Cuando lo veo me lo tomo con calma y sólo me asombro como si hubiese desaparecido sólo por un par de horas. Saco la mano por la ventana y lo acaricio normalmente. Él estaba súper cariñoso como siempre. Después llamo a mi vieja para que lo vea... y cuando viene le digo emocionada "mirá quién está" y mi vieja me voltea a ver extrañada, "Misho, volvió", le digo y ella me dice que no ve nada y se va a la otra habitación, yo me vuelvo a asomar por la ventana y efectivamente no estaba. Pero en vez de salir a buscarlo, o preocuparme o no sé, ir a un psiquiatra respiré hondo y entendí que sólo fue una visita, o al menos así lo tomé tanto en el sueño como cuando desperté.
Es increíble pero desde que Misho murió cada tanto sueño con él. Ya no estoy tan angustiada todo el tiempo aunque obvio que tengo que admitir que de vez en cuando lo extraño horrores. Pero me di cuenta que como fueron cambiando mis sentimientos o más bien la forma que me fui tomando su partida, también cambiaron mis sueños. Antes eran más orientados en salir a buscarlo, o a atraparlo y sentía la desesperación pero ahora no. Estoy mas tranquila, más en paz con todo lo ocurrido; como el sueño que acabo de contar. Si bien desapareció en el momento que quise enseñarlo, lo tomé con suma calma y cuando desperté mi yo consiente estaba igual

miércoles, 19 de junio de 2019


No recuerdo si esta es la primer publicación del año. Creo que sí y eso que tuve muchísimo que contar pero la realidad es que no tenía ganas de escribir las mismas depresiones de siempre y después de la muerte de Misho sentí que si no escribí eso, nada lo merecía. Pero también me di cuenta que era mejor guardarme ese dolor para mi.
En fin, estamos a casi mitad de año y lo que siento es que este año está siendo sólo de puente ¿Qué quiero decir? Que este año es sólo un camino, toda una odisea está siendo, literalmente tengo días en los que me quiero morir. Todo para llegar al 2020 de la mejor manera posible. Venía siendo todo bastante monótono, bastante una mierda realmente, pero la realidad es que la última semana el destino me pegó una cachetada que estaba necesitando y me enderezó en mis decisiones y mi futuro no muy lejano. Todavía no voy a decir nada porque soy una desconfiada de mierda y aprendí a no contar mis sueños y fracasar en silencio (Sí, negativa siempre) Pero no, esta vez no es tan así, no lo cuento por una cuestión burocrática (Kédise).
No estoy en modo clásico negativo ¿Pueden creerlo? Yo no. Pero bueno, lo que me viene sirviendo este año es a darme cuenta que es medio al pedo ser negativa... y a veces ser positiva también, siento que estoy a merced del destino, donde me lleve y me haga feliz ahí iré. Me gusta este recorrido después de todo. Me arruina y saca lo peor de mí pero me encanta. Qué bipolar del orto, hace unas oraciones atrás estaba diciendo que la pasaba mal pero bueno no es tan así. Déjemne. Basta.