Buenas noches, buenos días, son las 4.18 PM así que no sé que mierda se dice a esta hora.
Me preguntarán... ¿Por qué no estás durmiendo como una morza? En realidad hay dos razones:

1) Miedo.
2) Responsabilidades. 

En realidad ambas están proporcionalmente relacionadas, pero la razón por la cual tengo miedo es que ya van dos días seguidos que no aparezco en la Universidad y es porque mi cerebro anula las alarmas, y sinceramente no las escucho. No sé si es porque dejé de tomar energizantes, si es porque desde el domingo que no duermo bien, o si es porque mi cuerpo quiere que todo me salga mal y sea propensa al suicidio. Todas las posibilidades son válidas, y como no quiero quedarme dormida para mañana, sigo de largo.
Le tengo miedo a dormir, y no despertarme a horario. O sea, mi Freddy Krueger es la Universidad, o algo así.
Ahí es donde aparece la responsabilidad, mañana tengo una entrega de Sistemas de Representación bastante importante, y... tenía un trabajo casi terminado, lo dejé en la cama para después seguirlo... y me olvidé que tengo gatos, gatos gordos y uno de ellos se fue a dormir justo arriba del trabajo. Por suerte no se rompió tanto... o sea, podría haberlo arreglado un poco y entregarlo así como estaba (No estaba tan mal, para ser sincera) pero tenía la dando vueltas en la cabeza al profesor diciendo "cuiden la presentación, sean prolijos" y dije "MIERDA CARAJO" esto es un asco, así que me lo puse a hacer de nuevo y acá estoy, pintando la carita de un Blacker, y matándome haciendo su prolijo cabello.

Siendo las 4.36 PM. Aún me queda tiempo para emprolijar las cosas, armar la carpeta, ponerles título y hasta tirarles perfume para que sea todo más lindo.

Amo y odio esta materia.
Siento que todo lo que hago está mal. Y creo que soy algo desprolija a veces. Y me desespero.

Buenas noches, espero no morir en el intento.

¿Vieron cuando saben que algo va a pasar pero sus cerebros lo bloquean y niegan? Bueno, más o menos eso me pasó ayer, estaba a sacar a pasear a mis perras como siempre, ni bien agarro las correas una de ella, Mora salta del sillón y empieza a ladrar de la emoción. Por otro lado, estaba Luli que sólo levanto la cabeza, pero rápidamente la volvió a bajar y siguió durmiendo.
RARO, rarísimo, porque siempre se emocionaba a la hora de salir a pasear, sin importar la hora que fuese; pero lamentablemente hay algo que estoy olvidando y es que ya no es más una cachorra, y los años también le pesan.
Esas pequeñas cosas de la vida (Cosas de mierda de la vida) son las que realmente duelen, me dolió mucho el hecho de salir a pasear sólo con una de las dos, acostumbrada a que siempre tengo que lidiar con las dos bestias que tiran sin parar, que una se quede peleando con todo perro que ve, que la otra le da miedo pasar cerca de la gente, que la otra nunca se moja las patas y que la otra, al contrario.
Sólo quiero que viva muchos años más, más años de ser mala con los niños, más años de gruñirle a toda persona que se siente en el sillón, años de galletitas en las mañanas, años de despertarme a las tres de la mañana para ir afuera a hacer sus necesidades, entre otras cosas más.

Con sólo el hecho de pensar que algún día te vas a ir, me lagrimean los ojos.