lunes, 1 de septiembre de 2014


Hace mucho que no escribo nada por acá, les juro que a veces digo "¿Por qué no me pasa nada interesante así lo pongo en mi blog?" Admiro demasiado a algunos Bloggers que sigo... los cuales simplemente cuentan cosas interesantes, así de la nada. Bueno, eso a mi no me sale. Lo siento.
No sé si es algo interesante en realidad pero es algo que me pasó y sé que a más se uno le pasó y también la sufrió.
Era un martes después de la Facultad, lamentablemente ese día había olvidado mis auriculares así que dije bueno... ¡Algo positivo tiene que haber en todo esto! Me dediqué a escuchar los sonidos de la calle, aunque no duré mucho sinceramente... la cuidad es un asco. Así que sin querer escuché toda una secuencia épica, parte de un nuevo capítulo de "Las aventuras de Nicole en el bondi":
Al fondo de todo viajaba una agradable señora, de pronto sube un señor y le pregunta no sé que cosa sobre el recorriendo del colectivo y la señora responde atentamente, pero... no sólo eso, lo que el pobre señor no sabía era que por eso, liberó al mismísimo Kraken (O algo peor) Ya que la señora empezó a hablar de forma constante, claramente estaba con el típico caso de "le das la mano y te agarra el codo" Bueno, la cosa es que la mujer no paraba de hablar y lo más sorprendente es que pasaba por absolutamente todos los temas, no sé como hacía pero incluyó desde lo loco que estaba al clima hasta que el hijo se sacó una buena nota en matemática entonces le compró la entrada para no sé que partido y como no podía ir solo le compró al hermano mayor y fueron juntos. Bueno, a todo esto... la mujer ya resultaba insoportable para todos; el señor con el que estaba hablando bajó... (Para mi se bajó para  no aguantarla más) pero bueno pero me sentí bien porque la mujer no se callaba más y por fin mis oídos iban a tener un momento de paz; pero para mi sorpresa la mujer se esmeró en buscar otra víctima y se puso a hablar con una mujer que estaba viajando ¡No paraba! Era como si tuviera merca en la lengua, no sé que onda. Claramente, a esa pobre mujer no le daban bola en la casa porque ¿De verdad tantas cosas tiene para contarle a un completo extraño? Pero bueno, en fin creo puedo asegurar que  fueron uno de los peores 50 minutos de mi vida. (A todo esto, me estaba meando). Faltaba un bebé llorando, o alguno con la cumbia de mierda a todo volumen y ya estábamos hechos; la fórmula para la destrucción humana.
Bueno, dije que no era tan interesante. Pero la cosa es que nunca escuché a alguien TAN manija al respecto ¡No paraba! Era increíble, contaba absolutamente todo, ahora sé un poquito de la vida de una persona que seguro (Espero) Nunca voy  a volver a ver.