Ya van dos días seguidos que voy subiendo algo en esta página. Bien por mi, tengo que admitir que en los últimos meses estuve algo colgada con mi Blog, no es que lo haya olvidado de él ni mucho menos, es que estaba demasiado deprimida, mi vida no era muy interesante, o estaba con resaca.
En fin, hoy tengo que hablar de algo que hace bastante tiempo tengo ganas de comentar.
Que alguien me explique que tienen que ver las siguientes cosas: Robo, inseguridad, Apocalipsis Zombie, violencia, paranoia.
Si las ves por separado, es muy poco probable que no se encuentre alguna similitud. Pero... tengo mucha imaginación y encontré una forma de unirlas. Ahí va:
Voy a hablar sobre una experiencia personal. Cuando salgo de Inglés, que es entre las 21 y 22hs tengo que ir caminando hasta mi casa porque tengo la divina suerte de no tener ningún colectivo cerca. En fin, para no aburrirme durante el camino y caer en la paranoia voy imaginando cosas para entretenerme. Ya que en todas partes no pasan más que noticias de inseguridad que vienen de la mano con la violencia, yo voy pensando que estoy en un Apocalipsis Zombie. En vez de estar huyendo de Zombies (lo cual sería un poco más entretenido) Yo... miro a todas partes desconfiando hasta de una vieja para evitar robos.
Diferencias con un Apocalipsis Zombie: Para ese momento pretendo tener, por lo menos un arma. No me importa si es blanca o de fuego. Pero algún buen objeto corto punzante con el cual defenderme. Ya que en la vida "real" O sea... en mis viajes de Inglés-casa en realidad puedo tener conmigo algo similar, la realidad es que no me conviene ya que si llego a matar o herir gravemente a un asaltante, lamentablemente la ley abala más su derecho de "vida" que mi derecho de caminar en paz por la calle y no con ojos en la espalda cual mutante.
"No hay mal que por bien no venga" dicen. Digamos que con todo este entrenamiento casi diario podría decir que estoy preparada a enfrentar un Apocalipsis Zombie. Bueno... no sé si enfrentarlo pero sí a escapar de algunos Muertos vivientes.
