lunes, 4 de febrero de 2013


Lunes, comienzo de semana. ¡Qué belleza saber que el fin de semana ya terminó! ¡Qué lindo saber que vuelve la rutina de todos los días!
(Espero que se haya notado el sarcasmo).
Sacando el Lunes, es verdad que hoy es Lunes.
Sabía bien que este día iba a llegar, algún día iba a pasar... ese día en el que me pase de parada.
¡No fue mi culpa, lo juro!
Están arreglando la zona en que paro siempre, y donde yo paro, ya no para más.
No me di cuenta, obvio, en mi cabeza... iba a retomar al mismo recorrido e iba a dejarme cerca. PERO NO.
Cuando pasé el puente, sabía que había pasado mis terrenos conocidos.
Pánico: ON.
Por suerte había un conocido arriba del colectivo, y me dijo como volver. Tampoco era muy complicado, pero no importa.
Por suerte, y... por causa de las alineaciones de los planetas no llegué tarde como pensaba.
Si era muy tarde, era obvio que la próxima parada era Quilmes.

PD: Me cago en las calles de Avellaneda. Ahora tengo que caminar como 3 paradas más por esas calles. Ojalá las arreglen pronto así la ciudad queda más prolija, y que al colectivero lo cague una paloma por no avisar.