Bueno, hay tres cosas que amo de mi trabajo, la flexibilidad que me dan para estudiar, que me dejan teñirme y perforarme todo lo que quiero y bueno...la máquina de café gratis que tenemos. Desde que nos movimos a la nueva sede y abandonamos por siempre el cuchitril que era Constitución que estoy tomando prácticamente un capuccino doble todas las mañanas, yo feliz porque no aguanto el café instantáneo y la verdad las cápsulas del Nespresso era todo un presupuesto.
Hace unos días, un día común y corriente, llegué de cursar, agarré mi taza y me hice mi clásico capuccino doble, me lo tomé y siguió mi día normal.
Llegó la hora de irme, y me encuentro con un compañero diciendo que hay que llamar al encargado de la máquina porque tenía un bicho. ADENTRO DEL CAFÉ. Y no sólo había uno, sino DOS. Dentro de un cafecito pequeño.
Yo estaba acostumbrada a poner el café directamente en mi taza térmica, taparla y todo así me duraba bastante asi que... Pude haber estado tomando bichos y andá a saber qué otras cosas sin darme cuenta. Ahora la realidad es que me hubiera gustado no haber sabido nunca la verdad porque como dice el dicho "ojos que no ven..." (Creo que es para lo único en mi vida que aplico ese dicho).
No tenía muchas opciones realmente, era volver al café instantáneo el cual odio, volver a comprar cápsulas o tomar café de filtro que me hace cagar bocha. Adivinen por qué opté. Sí, al cabo que los bichos nunca me molestaron tanto. Sólo le hago una exhaustiva revisión y listo. Adentro.
No, de trabajar ni hablamos.
Saludos, es domingo y escribo cosas que pasaron hace como dos semanas ¿Por qué? Porque puedo.
No, de trabajar ni hablamos.
Saludos, es domingo y escribo cosas que pasaron hace como dos semanas ¿Por qué? Porque puedo.