viernes, 28 de marzo de 2014



Como sabrán o no, la semana pasada fue una mierda para mí (Para variar). Así que el fin de semana traté de hacer todo lo posible para olvidarme y qué mejor que ir al recital de Arctica. No viene al caso, pero quería mencionarlo.
En fin, esta semana no empezó para nada mal, simplemente que quedé medio rota del fin de semana y el lunes de feriado no me fue suficiente así que el martes de Universidad fue bastante duro. La noche anterior me había acostado tarde y mis ganas de despertar por la mañana eran casi nulas, pero bien o mal lo hice porque no quería volver a tomar la mala costumbre de faltar seguido a clases. Mi falta de sueño, cansancio y poco café culminaron en algo casi obvio: "Odio a los humanos" Principalmente a aquellos que viajan en un colectivo conmigo por las mañanas. Otro de los efectos que tuvo sobre mí fue el notable aumento de mis sentidos.
Tan fue así, que hice una lista de las cosas que odié ese día. No fueron muchas, pero las suficientes para hacerme viajar con notable mal estar.

1) Había una señora enferma. Pobre señora, ojalá se mejore; pero sólo voy a decir que si está leyendo esto quiero que sepa que la próxima vez que tenga una tos propia de una Tuberculosis, se quede en su casa o se tome otro colectivo porque cada vez que respiraba sentía como sus gérmenes se me metían por las nariz. No fue lindo, no señor.

2) Ya que hablo de la señora con Tuberculosis, tengo que hablar de los forros que no abren las ventanas. ¡No estamos en invierno, no hace frío! ¡Qué mejor que un poco de aire fresco por la mañana para que se vayan los gérmenes de todos?
(No sólo los gérmenes, sino el olor a persona. Olor a muchas personas. Encerradas. En un vehículo público).

3) Una señora se la pasó hablando por celular todo el viaje. Bastante fuerte y encima en Guaraní. Así que posiblemente nos estaba maldiciendo a todos y nosotros ahí parados sin poder golpearla por una buena razón.

4) Esto es bastante común y seguramente le pasó a la mayoría. Bueno, como sabrán viajar no es tan barato y se pueden ir $10 diarios o más fácilmente, así que por lo menos yo recurro a la mentira:

- $3.00
- ¿Hasta dónde vas?
- $4.00

Bueno, generalmente pasa porque los conductores me conocen; es obvio. Me tomo el mismo todos los días y casi siempre a la misma hora.

5) Este es un clásico de la gente joven que viaja en colectivo. Es el conocido por todos: Bebé que llora, y también voy a agregar otra categoría que es Niño en edad de aprendizaje.
Ambos horriblemente insoportables. Los bebés llorando sin parar, la madre que no hace absolutamente nada para calmarlo y todo un colectivo queriendo bajar o ponerle una manzana en la boca cual puerquito de navidad.
Los niños, por otro lado... entienden pero no les importa. No le hacen caso a la madre y con frecuencia hacen preguntas sin parar, tales como "¿A donde vamos, ma? ¿Falta mucho? Mami, me quiero sentar (NO niñito, nadie te va a dar el lugar porque tenes 8 años y más energía que cualquiera) Má ¿Para qué sirve el botón ese?" Entre otras. También es molesto cuando empiezan a hablarle a uno, en esos casos es fácil... recomiendo mirar al niño con odio profundo hasta que la madre se da cuenta y le dije "dejá de molestar a la chica". Me pasó una vez, un niñito no paraba de interrogarme a qué estaba jugando con la DS.

En fin.

Esos fueron los más importantes de la semana. Si bien hay más (MUCHOS más) Por ahora sólo hablo de esos. Sinceramente no tengo ganas de hacer un post largo porque sé que cuando ven mucho texto nadie lee. (Bueno, es lo que me pasa a mí a veces). Además, si sigo... me tengo que meter en la gran categoría "SEÑORAS" Si bien mencioné un par, habría que dedicarle un post especial a ellas: Señoras, odian todo e incluso a ti.