lunes, 8 de julio de 2019

Anoche soñé que estaba en mi casa, en mi cuarto nada fuera de lo común; sólo que cuando veo por la ventana estaba mi querido Misho, gordo como en sus mejores épocas. Cuando lo veo me lo tomo con calma y sólo me asombro como si hubiese desaparecido sólo por un par de horas. Saco la mano por la ventana y lo acaricio normalmente. Él estaba súper cariñoso como siempre. Después llamo a mi vieja para que lo vea... y cuando viene le digo emocionada "mirá quién está" y mi vieja me voltea a ver extrañada, "Misho, volvió", le digo y ella me dice que no ve nada y se va a la otra habitación, yo me vuelvo a asomar por la ventana y efectivamente no estaba. Pero en vez de salir a buscarlo, o preocuparme o no sé, ir a un psiquiatra respiré hondo y entendí que sólo fue una visita, o al menos así lo tomé tanto en el sueño como cuando desperté.
Es increíble pero desde que Misho murió cada tanto sueño con él. Ya no estoy tan angustiada todo el tiempo aunque obvio que tengo que admitir que de vez en cuando lo extraño horrores. Pero me di cuenta que como fueron cambiando mis sentimientos o más bien la forma que me fui tomando su partida, también cambiaron mis sueños. Antes eran más orientados en salir a buscarlo, o a atraparlo y sentía la desesperación pero ahora no. Estoy mas tranquila, más en paz con todo lo ocurrido; como el sueño que acabo de contar. Si bien desapareció en el momento que quise enseñarlo, lo tomé con suma calma y cuando desperté mi yo consiente estaba igual